
→ eliminación de arrugas
La toxina botulínica es una neurotoxina fabricada por una bacteria llamada Clostridium Botulinum.
Se trata de una de las toxinas más poderosas que existen, conociéndose popularmente y comercialmente por bótox debido a su utilización en medicina estética. Esta toxina posee una enorme capacidad para producir parálisis muscular, esto es aprovechado tanto para el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas y musculares como para el tratamiento estético y la prevención de arrugas y líneas de expresión, sobre todo, en el tercio superior del rostro.
En medicina estética, la inyección de pequeñas cantidades de bótox en músculos concretos del rostro nos ayuda a tratar, prevenir y mejorar arrugas de expresión, así como elevar la posición de las cejas aportando juventud y ampliando, de este modo, la mirada.
Zonas de aplicación del bótox a nivel médico-estético:
- Arrugas de la frente.
- Entrecejo.
- Patas de gallo.
- Cola de la ceja.
- Elevación del párpado.
- Platisma o piel del cuello.
- Código de barras.
- Elevación punta de la nariz.
- Tratamientos de sudoración excesiva en manos, axilas y pies.
Las diferentes cepas de Clostridium Botulinum producen 8 tipos de toxina inmunológicamente distintas (desde la A hasta la H). Los subtipos más usados para aplicación médica o estética son la toxina botulínica tipo A (TbA) y la toxina botulínica tipo B (TbB).
- Tipo A convencional.
- De origen coreano con un efecto más duradero.
- Tipo E con efecto flash. La duración del efecto es de entre 15 días y un mes.
Beneficios del bótox:
- Recuperación de un aspecto mucho más joven, suavizando las arrugas y las líneas de expresión.
- Logro de una expresión facial más relajada y descansada.
- Devolución de la luminosidad al rostro.
- Revitalización de la mirada de manera inmediata.
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